El desayuno es esencial en toda dieta equilibrada que se precie. Aporta los nutrientes que el organismo necesita para afrontar la jornada, hasta llegar al almuerzo o la comida, siendo, por lo tanto, especialmente importante cuando todavía se está en edad de desarrollo, como es el caso de los escolares.
Solemos cometer el error de dejar de lado el desayuno por cuestiones de rutina, de falta de tiempo, de stress, pero esto no hace más que empeorar nuestro rendimientos y facilitar a que el organismo funcione de manera incorrecta e incompleta. La ración calórica debe estar bien repartida durante el día para evitar el picoteo. Nuestra recomendación para el desayuno es esta:
- Pan integral o de multicereales.
- Cereales para un aporte en glúcidos, fibras y proteínas. Mejos si son bajos en azúcares.
- Almendras, nueces o avellanas por sus ácidos grasos esenciales.
- Una pieza de fruta como una manzana, un plátano o un cítrico.
- Os recomendamos tomar un producto lácteo como queso blanco.
- Y luego, según vuestras preferencias, un té o un café caliente para empezar el día con energía.
Durante el fin de semana, se puede optar por un huevo pasado por agua, pero conviene dejar de lado la charcutería, demasiado grasa y sal.
El desayuno es la comida más importante del día, pero no de cualquier forma. ¿Qué te parece nuestra sugerencia?